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16 pero no consumas la sangre, riégala en el suelo como si fuera agua.

17 No debes comer en tus ciudades ni el diezmo, ni lo prometido a Dios, ni tus ofrendas voluntarias o contribuciones, ya sean de cereal, vino nuevo, aceite o las primeras crías de tus animales. 18 Debes comer eso solamente en presencia del SEÑOR en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá; comerán tú, tus hijos e hijas, tus siervos y los levitas que estén en tus ciudades. Disfrutarás en presencia del SEÑOR tu Dios de todas las cosas buenas por las que has trabajado.

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